A pesar de que las mujeres, las niñas y los niños tienen 14 veces más probabilidades que los hombres de morir durante un desastre climático, existe una brecha de género persistente en la acción climática.

Las ciudades de América Latina y el Caribe, con el apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), están avanzando en la acción para la adaptación al cambio climático en sinergia con los objetivos de igualdad de género.

En la región de América Latina y el Caribe, el 81% de la población vive en zonas urbanas. Además, la región ha reportado un total de 175 desastres durante el periodo 2020-2022, de los cuales el 88% tuvo un origen hidrometeorológico, representando el 40% de las muertes relacionadas con desastres y el 71% de las pérdidas económicas.

Los impactos del cambio climático no afectan de igual manera a todas las personas

Las mujeres soportan una carga alta y desigual debido a las brechas estructurales de género. La falta de acceso a información, recursos y capacitación, así como sus roles diferenciados en la sociedad y el hogar, hace que este grupo, a menudo, tenga menos capacidad de adaptación. Sin embargo, las mujeres y las niñas tienen conocimientos y habilidades únicos para ser agentes de cambio y liderar el camino hacia un desarrollo resiliente al clima.

“Vivo en una zona con alto riesgo de derrumbes, por eso me interesó aprender cómo adaptarme”

Dice Esther Hernández, beneficiaria del proyecto CityAdapt en Xalapa (México), quien se identifica como guardiana de la reforestación.

El proyecto CityAdapt, financiado por el Fondo Mundial para el Medio Ambiente (GEF, por sus siglas en inglés) e implementado por el PNUMA, tiene como objetivo contribuir a la adaptación al cambio climático de las ciudades de América Latina y el Caribe mediante el desarrollo de capacidades para la implementación de Soluciones basadas en la Naturaleza (SbN) en Xalapa (México), San Salvador (El Salvador) y Kingston (Jamaica). Las SbN abarcan acciones para proteger, conservar, restaurar y gestionar de forma sostenible los ecosistemas. Estas estrategias son cada vez más reconocidas como una de las formas efectivas de adaptarse al cambio climático.

Las SbN para la adaptación no conllevan automáticamente resultados positivos para la equidad de género. Sin embargo, tienen un gran potencial para abordar este desafío. De hecho, no usar la perspectiva de género cuando se promueven las SbN presenta un gran riesgo de mala adaptación. Teniendo esto en cuenta, se formularon dos planes de acción de género para San Salvador y Xalapa, con la colaboración de ONU Mujeres.

¿Cuál es el punto de partida de las SbN con perspectiva de género?

Las mujeres y los hombres perciben y experimentan el cambio climático de manera diferente, en parte debido a sus distintos roles de género construidos socialmente, lo que resulta en impactos diferenciados. El primer paso que tomó CityAdapt para promover SbN con perspectiva de género fue construir análisis de vulnerabilidad sensibles al género con el objetivo de identificar cómo la población podría estar expuesta a los impactos del cambio climático y cómo experimentan más sensibilidad o tienen capacidades de adaptación diferenciadas.

En San Salvador se establecieron grupos focales en una comunidad urbana para explorar la percepción de los impactos del cambio climático. Los hallazgos mostraron cómo las mujeres, en comparación con los hombres, eran más propensas a identificar los servicios ecosistémicos de los recursos naturales de su comunidad como la regulación del agua, el suministro de alimentos y la protección contra la erosión, así como los impactos del cambio climático en la salud y los medios de subsistencia de las comunidades.

En el caso de Xalapa se incluyeron cinco variables sensibles al género en el análisis de vulnerabilidad, entre ellas los hogares encabezados por mujeres y sus tasas de participación económica, lo que ayudó a considerar cómo esta población podría ser más sensible o estar más expuesta a los riesgos climáticos.

A pesar de la disponibilidad limitada de información actualizada en ambas ciudades, estos análisis de vulnerabilidad con perspectiva de género permitieron la selección de áreas de intervención y el diseño de medidas de Soluciones basadas en la Naturaleza que beneficiarían equitativamente a mujeres y hombres.

La participación de las voces subrepresentadas

Ciudades esponja” construidas por mujeres

En San Salvador el aumento en la frecuencia e intensidad de los eventos extremos de lluvia ha erosionado los suelos de la parte alta de la microcuenca Arenal Monserrat, afectando a las comunidades rurales que dependen del cultivo del café y generando inundaciones en las zonas urbanas del volcán.

Mientras el proyecto definía, junto con las comunidades, qué SbN las ayudarían a adaptarse, el equipo se percató de que las mujeres no se sentían seguras de participar. Las mujeres teníamos miedo de alzar la voz, porque pensábamos que no podíamos hablar, no nos expresamos bien al hablar en público, dice Lidia Martínez, caficultora y líder de una cooperativa agrícola de 150 personas. Les dije que no somos menos que nadie, que podemos hacerlo, agregó.

El PNUMA y sus socios han establecido los mecanismos necesarios para lograr una participación con perspectiva de género efectiva y equilibrada, donde las mujeres participan en todas las actividades, a pesar de las barreras de desigualdad de género, como el acceso limitado a la propiedad de la tierra y los niveles reducidos de alfabetización entre las mujeres.

Actualmente, se han creado más de 47.6 km de zanjas de infiltración y 30 pozos de absorción para contribuir a la recarga de aguas subterráneas. Adicionalmente, se han restaurado 1,161 hectáreas y se han utilizado técnicas agroforestales para prevenir la erosión y las inundaciones. Además de beneficiarse de una mayor productividad en sus medios de vida, las sesiones de capacitación han permitido a las mujeres desarrollar habilidades para alzar su voz en los espacios sociales, sobre todo en relación con la gobernanza de los recursos naturales.

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Empoderamiento económico e ingresos diversificados para las mujeres

Siembra de cacao como diversificación de cultivos: SbN dirigidas a mujeres

La adaptación al cambio climático fomenta nuevas oportunidades para diversificar los medios de vida de las comunidades vulnerables de acuerdo con los cambios en las condiciones bioclimáticas. Si bien una elevación de 1,100 m.s.n.m. solía considerarse demasiado fría para cultivos como el cacao, 14 mujeres, con el apoyo del PNUMA, ahora son testigos de cómo los árboles de cacao prosperan en fincas diversificadas y gestionadas de manera sostenible.

Las mujeres han sido capacitadas en producción, transformación y comercialización de cacao fino de aroma para permitirles no solo aumentar su resiliencia al cambio climático, sino también favorecer la calidad del café de altura. El desarrollo de una asociación con cacao nativo contribuye a reducir el riesgo de deslizamientos de tierra en el sitio e inundaciones aguas abajo y a mejorar la autonomía económica de estas mujeres al brindarles otros medios de vida.

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Lidia Martínez, en la zona rural de San Salvador, recuerda cuando era adolescente y la gente solía usar ropa más abrigada para la temporada de cosecha. Hoy percibe un clima más cálido que en sus años de juventud.

Construyendo seguridad hídrica resiliente

Recolección de agua de lluvia

El cambio climático y la expansión urbana no planificada de las ciudades a menudo tienen un impacto negativo en la cantidad y calidad del agua para uso doméstico. En las periferias urbanas de la ciudad de Xalapa, las mujeres suelen ser las principales usuarias de los servicios de agua, dado que la distribución social del trabajo doméstico no remunerado hace que dediquen más tiempo a las tareas del hogar y responsabilidades de cuidado. Sin embargo, la deficiente infraestructura de agua potable las obliga a caminar largas distancias y esto limita el tiempo y el dinero disponibles para otras actividades como la educación, el empleo y la atención médica.

Para abordar esta problemática, CityAdapt diseñó e instaló 10 sistemas de recolección de agua de lluvia en colegios y otros edificios públicos que no están conectados a la infraestructura de agua pública. Tras evidenciar los beneficios de esta SbN, el gobierno local y la Fundación Rio Arronte, con el apoyo de la asociación civil Sendas, A.C., invirtieron en más de 100 sistemas adicionales para el hogar. En la actualidad se están instalando 40 más en Banderilla, municipio colindante con Xalapa.

Además de reducir la vulnerabilidad de las mujeres y sus familias ante el cambio climático al mejorar la seguridad hídrica, la implementación de esta SbN ha desafiado la distribución de los roles de género tradicionales y desiguales, ha concientizado a los hombres sobre actividades que requieren gran cantidad de tiempo y recursos financieros, como ir a buscar agua a diario, y los ha involucrado en la instalación y mantenimiento de los sistemas de captación de agua.

Cómo convertir una SbN sensible al género en una SbN que transforme los roles y las dinámicas de género

CityAdapt trabaja con las comunidades para integrar las consideraciones de género en la implementación de SbN. Sin embargo, esto es solo parte de una estrategia de adaptación más amplia que promueve políticas e inversiones a largo plazo para abordar la inequidad de género estructural, apoyando un entorno propicio para que los grupos marginados se adapten de manera efectiva al cambio climático.

Esta estrategia incluye la generación de productos de conocimiento y capacitación para garantizar que hombres y mujeres puedan tener igualdad de oportunidades para adaptarse. Además, el establecimiento de marcos de monitoreo y reporte que incluyan la generación de datos desglosados por sexo sobre los costos y beneficios de las SbN contribuirá a ampliar las estrategias con perspectiva de género.

«También estamos recolectando evidencia sobre cómo la acción en adaptación climática puede mejorar el empoderamiento de las mujeres y, al mismo tiempo, cómo el compromiso sustantivo de las mujeres aumenta la efectividad de la acción en adaptación«, dice Marta Moneo, Oficial de Programa de adaptación al cambio climático en la oficina del PNUMA para América Latina y el Caribe.

El PNUMA considera que la igualdad de género y un enfoque basado en los derechos son esenciales para poner fin a todas las formas de discriminación. Asimismo, el PNUMA refuerza continuamente su capacidad institucional para la ejecución de programas que tengan en cuenta las cuestiones de género.

Más historias sobre mujeres
que potencian la naturaleza para adaptarse

Mujeres guardianas de la reforestación

Después de años de deforestación y contaminación, el bosque ribereño del Arroyo Papas en Xalapa, México, había reducido su capacidad para proteger a las comunidades de deslizamientos e inundaciones provocadas por cambios en los patrones de precipitación. Adoptando un enfoque de cuenca hidrográfica para desarrollar la resiliencia de las ciudades, las mujeres y los hombres de las comunidades vecinas están restaurando el ecosistema ripario.

Los esfuerzos liderados por mujeres para restaurar el ecosistema están rompiendo los estereotipos de género y empoderándolas para que contribuyan a los procesos de toma de decisiones en sus comunidades. “Al principio dije que no, esto no es para mí, esto es para hombres, pero cuando asistí a algunos de los talleres, me cambió la vida y ahora veo las cosas de otra manera”, dice Michelle Delgado, participante del proyecto CityAdapt en Xalapa y guardiana de la reforestación.

Producción y comercialización de hongos:
SbN dirigidas a mujeres

En el área periurbana de Xalapa, el cambio climático está afectando el rendimiento de los cultivos de maíz. La disminución de la rentabilidad de los cultivos empuja a las comunidades a implementar prácticas agrícolas que aumentan la presión sobre el bosque circundante y, por lo tanto, desafían su capacidad para regular los flujos de agua y contribuir a la resiliencia de la ciudad.

Dado que la mayoría de la población que dependía de esta actividad económica eran mujeres, se creó un programa de SbN enfocado en diversificar los medios de vida promoviendo la producción, autoconsumo, transformación y comercialización de hongos por parte de 10 organizaciones lideradas por mujeres.

“Produzco setas en mi casa de forma tradicional, a mano. Con los 800 pesos (40 USD) semanales que gano aporto a la economía familiar y proveo una alimentación saludable en el hogar”, dice Paula Ramírez, participante de la iniciativa.

Huertos comunitarios en San Salvador

Los eventos climáticos extremos reducen la disponibilidad y la calidad de los alimentos e influyen en su precio, lo que afecta especialmente a los grupos vulnerables, incluyendo consumidores urbanos de bajos ingresos y hogares rurales que son compradores netos de alimentos. Las mujeres suelen ser más vulnerables a la inseguridad alimentaria y a la desnutrición por los impactos del cambio climático, ya que la pobreza, la discriminación y la marginación son factores agravantes en sus vidas.

El conocimiento de las mujeres sobre el agua y la agricultura es particularmente importante para garantizar la seguridad alimentaria cuando ocurren eventos climáticos. A través de una SbN enfocada en huertos comunitarios resilientes, las mujeres agricultoras de El Salvador están cultivando alimentos para sus familias en sistemas resilientes que incluyen especies diversificadas, recolección de agua de lluvia y sistemas de riego por goteo, pudiendo ahorrar alrededor de 400 USD en gastos de alimentación en un periodo de 5 meses. El proyecto CityAdapt asegura que se valore el conocimiento de las mujeres, cambiando simultáneamente las narrativas sobre su papel en la comunidad y sus oportunidades de liderazgo.

Conoce más sobre el trabajo del PNUMA en Género y Medio Ambiente